"La sinceridad nos tortura, la confesión aflora.
Todo lo que hemos bebido anoche anterior lo deletreamos,
 las burbujas de alcohol es  ínfimo perfume de la borrachera. 
En la inconsciencia nos hemos bebidos 
nuestros miedos, 
los silencios, 
la soledad,
la tristeza y 
hasta algunas gotas de amor que andábamos buscando con desesperación para evitar la deshidratación de nuestro corazón agrietado.
Lo que se ha bebido ya se ha evaporado,
solo se que me he emborrachado de mi hasta el hartazgo.
Los pececillos de hielo ya se han marchado..."